GHOSTGIRL

Acabarse un libro alucinante es... ¡wow!, y por eso quiero contaros éste, de Tonya Hurley. Merece la pena.

Charlotte era invisible, siempre lo había sido. Era una "doña nadie" en el instituto. Aquel año que empezaba, había decidido cambiar. Lo del cambio de "look" ya lo había conseguido, pero lo de ser popular... Todo se le fastidió cuando va Charlotte ¡y se muere! Sí, así, sin que nadie se lo esperara. Con un osito de gominola atascado en la garganta.

Pero la muerte es igual de difícil (¡o más!) que la vida. Charlotte se despertó en un nuevo mundo. El de los muertos. Con un instituto de muertos, compañeros muertos...

Ella veía a los vivos, pero los vivos a ella no. Excepto Scarlet. Ella la ve y la ayuda.

Todos los muertos tienen su propio "asunto pendiente" y sólo si lo resuelven consiguen pasar al otro lado. El de Charlotte era el baile de otoño y Dawen, por el que sentía algo muy fuerte. Además de sus propios problemas tiene que ayudarle a él, salvar a sus compañeros muertos para irse al otro lado y ayudar a los vivos.

El libro no acaba como me lo esperaba, pero claro... ¿qué es un libro sin la intriga del final?


Cristina Sánchez. 2º A.